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valentinamotto
28 feb 2023
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto El jueves llego a la clínica y la veo a Graciela en la puerta. Tenía turno para el médico ese día. Cuando la llamo para su sorpresa se emociona, no sabía que yo iba a ir. Me dijo que si sabía que iba no se hubiera puesto tan triste los días anteriores. Estaba realmente feliz de que la acompañara al médico yo y no el enfermero, que si bien lo aprecia no era lo mismo ir con él decía. Tomamos el taxi rumbo a los consultorios. La vio un médico colega de quien la atendió antes. Le hizo un par de preguntas y según Graciela el dolor en la rodilla había disminuido bastante. Así que le dio un par de indicaciones en la toma de la medicación y le sugirió sesiones de kinesiología en caso de que siguiera doliendo. Salimos de la consulta y me dijo que lindo que el médico la había llamado por su nombre. Se sintió más cómoda que con el primero que habíamos consultado. Me agradeció nuevamente de que hubiera ido, eso la hizo sentir más segura. Luego fuimos a tomar un café. Nuevamente trabajando acerca de mi retirada del espacio, y con la necesidad de parte de ella de reafirmar la posibilidad de seguir hablando. Estaba con dudas de quién iría en mi lugar pero hicimos hincapié nuevamente de que irían conociéndose de a poco y constituyendo así en lo posible un vinculo. Me preguntó por mí, que iba a hacer ahora que iba a dejar de ir. Hablamos también del fin de semana, que fue lo que hizo ella y que fue lo que hice yo. Me contó que había hablado con su prima y que aún no había hablado con su hermana. Sigue ofendida con respecto al trato que tiene la hermana para con ella. Ese lugar de creer que ella es una "estúpida" (en palabras de Graciela) y que eso hacía que no tuviera ganas de llamarla todavía. Y repetía nuevamente la situación de cómo se había dado todo con ella, y la situación de que la vuelva a llamar. Hacía énfasis en que no podía ser que cada vez que la hermana la llamara ella se pusiera nerviosa por lo que habían acordado con la psicóloga que cuando Graciela quisiera llamar a su hermana, la psicóloga estaría con ella para que no sintiera esos nervios de siempre. Llegada la hora, emprendemos el regreso a la clínica. Nuevamente nos saludamos, me agradece por todo y quedamos que me iba a llamar y yo también iba a hacerlo.
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valentinamotto
22 feb 2023
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto En los encuentros que transcurrieron la semana pasada la noté bastante bien de ánimo a Graciela pese a que era (en teoría) nuestra última semana. Me dijo que estaba contenta porque yo iba, que eso le hacía bien. Volvimos a hablar de la hermana y algo que vuelve a resaltar es el lugar de objeto en el cual la misma la pone, "piensa que soy idiota" repitió Graciela en un momento. Y volvió a relatarme la parte en la que la hermana la llamó, se enojó, cortó y volvió a llamarla para volver a decirle lo mismo. Eso la molestó mucho a Graciela porque según ella no había necesidad de volverla a llamar para decirle lo mismo. Resaltó también el hecho de que no puede ser que cada vez que tenga que llamar a su hermana ella se ponga nerviosa porque no sabe como la va a tratar. Otra frase que no es la primera vez que dice, es que la hermana en realidad nunca la quiso y siempre la trató mal. Esto hace que Graciela no tenga ganas de llamarla como antes, y se sienta bien con la decisión de no hacerlo. Nuevamente hablamos de mi retirada, volvió a preguntarme si igual podíamos hablar por teléfono, y que para vernos debería llamar a la clínica y arreglar. Varias veces repitió "voy a extrañar" tal cosa, pero siempre tratamos de pensar que la persona que irá también puede hacerlo y que será cuestión de ir conociéndose y construir el vínculo de a poco. Hablamos de sus anteriores ATs, me contó que una sola vez fue un AT varón pero prefiere a las mujeres porque se siente más cómoda. Dice que tuvo varias y que ella no es una persona fácil. Por otro lado, el jueves cuando me presento a la clínica, la veo a Marta (coordinadora) y me pregunta si podía acompañar el jueves (23/2) al médico a Graciela, porque ella no quería ir con nadie, salvo con el enfermero pero la ausencia del mismo traía complicaciones en la clínica. A lo que le respondí que había que preguntar porque habría una nueva AT. Cuando Graciela aparece, la noto un poco retraída, después de tanto tiempo se que esos silencios significan algo. Y así fue, salimos de la clínica, esperó a avanzar un par de pasos y de manera directa me preguntó si me dijeron que tenía que ir al médico. Le conté lo hablado con Marta y que consultaríamos si sería posible extender una vez más el encuentro conmigo. Me agradeció y dijo que se sentía aliviada, que quería ir conmigo, no con la nueva AT. Ese día igualmente nos despedimos como si fuera el último encuentro. Le deje mi número de celular a Graciela, y al despedirnos nos abrazamos, me dijo que le envíe saludos a mi familia y se le llenaron los ojos de lágrimas; pero sin dar mucho lugar a ello, me miró y cerró la puerta con una sonrisa.
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valentinamotto
13 feb 2023
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto Un tema de conversación sin dudas recurrente fue el hecho de mi retirada del espacio. Comentaba varias veces que iba a extrañar de mi, por ejemplo, el tomarla del brazo y tocarle la mano, el hecho de ayudarla a llevar sus cosas (ej. camperas, anteojos), decirle "tranquila" cuando vamos a bajar una escalera. Resaltaba todo eso diciendo que no iba a encontrar otra AT que fuera así de cariñosa. Pero tratamos de pensar al respecto y llegar a la conclusión de que ella puede pedirle a la AT que tenga esos "recaudos" si a ella la hacen sentir bien. Por momentos se angustiaba igualmente pero volvíamos a resaltar el hecho de que podíamos seguir hablando por teléfono. Mas bien volvió a preguntarme. Al confirmarle nuevamente que así iba a ser, la hizo sentir mas aliviada Otro tema de la semana fue la relación con su hermana. Me conto el martes que estaban peleadas ya que la hermana no quería que llamara al traumatólogo. Hecho que me desconcertó siendo que ella había dado el okey de ir con ese profesional. Además Graciela había seguido las indicaciones del medico, haciéndose los estudios y tomando la medicación que hasta ahora pareciera calmarle los dolores. Cuando le pregunte el motivo me dijo que no sabia porque se ponía así. Que en realidad su hermana nunca la quiso (frase que no es la primera vez que repite). También expresó con enojo diciendo que la hermana cree que ella es estúpida, pero que ella no lo es. Después de esa conversación subida de tono, dejaron de hablar. Pero lo que volvió a enojar a Graciela fue el hecho de que volvió a llamarla la hermana para seguir hablando de lo mismo y maltratándola. Hecho que lleva a Graciela finalmente a expresar que ya no le importa si la hermana se enoja, le da lo mismo. Esto también lo hablamos el jueves y me dijo que se sentía bien, recalcando que ya no le afectan ni le importan las peleas con su hermana porque siempre fue igual. Estuvimos hablando mucho de mí, de mi futuro. Graciela es muy atenta en ese sentido, siempre me pregunta por mis estudios, mi trabajo y mi familia. Y no falta oportunidad de mostrarle fotos que siempre le terminan sacando una sonrisa. En estos encuentros nos dedicamos más a charlar, dejando suspendida la lectura del libro. Terminados los encuentros de la semana, me pregunta si vuelvo la próxima, y le digo que sí. Nos despedimos con un beso y un "buen finde"
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valentinamotto
06 feb 2023
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto El martes fuimos a diagnostico Maipú para que Graciela se realice las radiografías que el médico le había indicado. Estuvimos esperando el turno, y antes de llamarla me dijo que le gustaría que la acompañe, no que entre con ella porque sabe que no iba a poder pero que me quede cerca por si me necesitaba. Y así fue, me quedé cerca de la puerta y escuché que ella me hacía llamar. Cuando ingreso, me dice que ya le habían hecho las placas pero que se sentía mareada. Entonces el técnico le trajo un vaso con agua y esperó un ratito hasta que se le pasó. Por lo tanto se dirigió a cambiarse, y quiso que ingresara con ella al cambiador. Cuando terminamos, tomamos un taxi y nos fuimos al café de la esquina ya que aún quedaba algo de tiempo. El día jueves nos volvemos a ver. La noté con otra energía, como sonriente. Le pregunté como estaba, como se sentía de los dolores que la aquejaban (en la pierna), y me dijo que mucho mejor, entonces pensamos en la medicación que le dieron nueva, que quizás estaba resultando realmente. Llegamos al café, seguimos charlando y me cuenta que había un paciente de la clínica que le tiraba onda. Le dije como sabía eso, que había pasado y me dice que el hombre le dijo "te veo muy bien". Por lo que ella significaba eso como que la había "tirado onda". Le dije si el hombre le gustaba, o que había sentido, pero se río y me dijo que no le gustaba. También me contó que había hablado con su prima, que estaba próxima a operarse de un ojo. Y que había hablado también con su sobrino. Esto lo decía con alegría. Después me dijo si tenía ganas, que podía leer un poco. Así que comencé a leer, hasta que me frenó y me dijo que podía descansar un poco si quería. Agregó que el libro le gustaba mucho. Después de un breve silencio, le comuniqué el hecho de que no iba a concurrir más al acompañamiento en un tiempo. Le expliqué que iba a comenzar a estudiar y que iba a requerir de entregas semanales, lo cual se me iba a complicar por cuestiones de tiempo. Le dije que fue una decisión muy difícil de tomar, que nada tenía que ver con ella sino por estas cuestiones mías. Lo entendió enseguida, me dijo que era joven, que era inteligente y que el momento de dedicarme a estudiar era este porque no tenia pareja ni estaba casada (ella hace mucho énfasis en la familia y la importancia que ella le adjudica a la misma). Se puso a llorar un poco, y fue inevitable que no me sucediera lo mismo. Por eso le dije que era el fin del espacio terapéutico pero no del vinculo. Que si ella estaba de acuerdo, podíamos seguir hablando por teléfono. Yo le podía dejar mi numero y ella podía llamarme, o que me dijera donde podía llamarla yo porque se que quizás ella no lo hacia para no molestarme (algo que hace con sus sobrinos, por temor a molestar no los llama). Me dijo que podía llamarla a la clínica y ahí me derivarían la llamada. También le plantee la posibilidad de ir a visitarla cada tanto. Eso hizo que se sintiera un poco mejor según dijo, y que le alegraba saber eso porque jamás le habían dicho que el vinculo podía continuar. También dijo que a ella le cuesta mucho entrar en confianza, que conmigo había logrado hablar de cosas que no podía hablar con otros, por eso se entristecía un poco. Aunque volví a decirle que íbamos a seguir hablando si ella quería. Que seguramente iba a conseguir una buena AT, que tendrían que darse tiempo para conocerse y que la confianza la iría construyendo si así quisiera (Graciela) de a poco. Eso parecía ir calmándola de a poco. Después de eso, me extendió la mano y me apretó fuerte. Y me agradeció por todo lo que había hecho por ella, inclusive el haberla ido a visitar cuando estuvo internada. Según dijo eso significo mucho para ella. Le pregunte si había algo mas que quería hacer antes de que me fuera, que igualmente nos quedaban varios encuentros, que no era la despedida ya. Pensó pero me dijo que por ahora no se le ocurría nada. Se hizo el horario, y emprendimos el regreso a la clínica. Charlando del clima, y pensando que en todos los encuentros que tuvimos en ninguno había llovido. Nos referimos a eso porque ese día habíamos salido las dos con paraguas y no lo habíamos usado. Cuando llegamos a la clínica, volvió a agradecerme por todo y nos despedimos con un beso hasta el próximo encuentro
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valentinamotto
30 ene 2023
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto Nos reencontramos luego de mis vacaciones. Me dijo que estaba muy contenta de verme porque estuvo toda una semana sin salir a ningún lado (justo coincidió que su psicóloga también había salido de vacaciones, y con ella hacen salidas al café). Así que me contó que se la pasó descansando o mirando tele. Me preguntó acerca de mis vacaciones, qué hice y cómo la había pasado. Todo esto en el café de la esquina donde vamos casi siempre. Me dijo que había conseguido un turno para ver a un traumatólogo ya que continuaba con los dolores de pierna de que con frecuencia la aquejan. Este médico era uno que habia conseguido la coordinadora medica de la clínica. Anteriormente Graciela me había comentado que era la hermana quien le iba a conseguir un medico, pero que cada vez que le preguntaba le decía que no lo hiciera mas que ya iba a conseguirle una. Cuando le pregunte en esa oportunidad si ella conseguía uno por su cuenta que pasaría, me dijo que no porque la hermana se enojaría. Entonces esta vez cuando me comento como lo consiguió, le pregunte que había pasado con la hermana y me dijo que al ser un conocido de la coordinadora estaba de acuerdo con que Graciela concurriera con dicho medico. Así que el jueves tomamos un taxi y nos fuimos a verlo. Quedaba cerca de la clínica el lugar. Esperamos unos minutos, mientras tanto Graciela me dijo si quería pasar con ella, a lo que le respondí que si ella estaba de acuerdo que si, que quería. Y dijo que si, que quería eso. Ingresamos al consultorio y el medico comenzó a hacerle una serie de preguntas para detectar la causa del dolor y la ubicación del mismo. Graciela fue relatando los episodios que ella recordaba que aparecía el dolor, también llevo anotado en una hoja (la cual me dio para que la tenga yo) los medicamentos que tomaba para ese dolor. Aunque al momento de decirle al medico no me la pidió sino que se los acordaba. El medico la reviso y le ordenó tomar otra medicación y hacerse una resonancia. En ese momento noté una incomodidad en Graciela y enseguida preguntó si el resonador era cerrado. A lo que el medico le dijo que en su mayoría si, y ahí le dijo que no quería hacerse ese estudio porque le da miedo el hecho de estar ahí encerrada. Dato no menor, ya que al llegar, tomamos el ascensor, cuando apretamos el numero e intentamos cerrar la puerta, no lo hacia y enseguida se desesperó para bajarse. Ahí me contó que le da miedo el ascensor. Fue un tema de conversación después donde su miedo viene a raíz de lo mismo que el resonador, el hecho del encierro. Ante la negativa de Graciela, el medico le ordena unas radiografías, y le dice que en caso de ser necesario le harían una resonancia. Le pregunto al medico donde hacer los estudios, así que le recomendó la Clínica Maipú o Diagnostico Medico (cerca de la clínica también), hecho que ella le comentó diciendo que estaba internada en una clínica psiquiátrica, que si conocía algún centro cerca. Al salir de la consulta, Graciela quería llevarme a una cafetería que es muy conocida por el barrio, pero al consultarle a la secretaria del médico donde quedaba, había que caminar 1 cuadra y media aprox. y Graciela no quiso porque consideraba que era lejos. Por lo que tomamos un taxi y fuimos al café de la esquina de la clínica. Al llegar me preguntó la hora, eran las 17.15. Como estaba próximo a terminarse la hora del encuentro decidió no comer nada para no demorarme me dijo. Lo mismo hizo con el café, lo tomó más rápido de lo normal para que yo no me vaya tarde. Pero ahí le dije que no había problema si me demoraba 10 minutos más, pero se rio porque ya lo había terminado. Le pregunté cual fue la impresión que tuvo del medico, y me dijo que no fue tan simpático como le pareció al principio. Le pregunté si regresaría cuando tuviera los estudios y me dijo que igual si. Volvimos a la clínica, le recordé las indicaciones del médico e hizo que se las leyera (ya que estaban anotadas en papel). Le recordé que saque los turnos y que la acompañaría si ella quería a hacerse los estudios. Me agradeció por todo y nos despedimos hasta el próximo encuentro-
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valentinamotto
12 ene 2023
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto Ambos encuentros transcurrieron en la clínica ya que Graciela manifestó sentir mucho dolor en su pierna nuevamente. La noté bien pero más callada quizás que de costumbre, así que según pedido de ella dedicamos más a la lectura que a la charla. Igualmente charlábamos y me preguntaba cuando algo no entendía del libro o de algún personaje. Me preguntó como estaba yo, y como me había ido en mi trabajo. Se alegró de que le dije que tenía cosas que hacer, ya que no estaba pasando últimamente. Le pregunté por su hermana y me dijo que hacía mucho que no hablaba. Seguí indagando y me dijo que quedó en que Graciela iba a llamarla pero manifestó que no tenía ganas de hacerlo. Y siguió contándome que la ultima vez la hermana le dijo algo que no le gustó y que por eso no tenía ganas de llamarla. Es llamativo que cuando cuenta estas peleas con la hermana, lo hace en un tono más bajo de lo normal lo que me dificulta entenderle a veces pero sigue haciéndolo. Le pregunté también si le había dicho que se había enojado pero me dijo que no. Otra vez salió el tema de la pierna, ya que el jueves pidió un calmante y me dijo que su hermana, quien era la encargada de conseguirle turno aun no lo hizo. Le pregunte si podía ser ella quien buscara uno y me dijo que no porque la hermana se iba a enojar. Le dije que tampoco podía seguir con dolor que quizás podía contarle eso, que el dolor es tal que camina poco, que no puede salir a la calle; a ver si de esa manera funcionaba que la hermana buscara mas rápido. Asintió pero no dijo nada. Le sugerí el uso del bastón para los días de dolor, si eso la aliviaba mas y me dijo que seria una buena idea. Seguimos leyendo y a las 17 se fue a merendar. Cuando vuelve veo que se desploma en el sillón y se queja. Nuevamente era por el dolor en la pierna, pese al calmante, seguía afectada. Y me dijo, retomando sola lo del bastón, que prefería no usarlo porque para ella eso significaba un retroceso, y no quería eso. Continuamos con la lectura hasta finalizar el encuentro. Me deseó felices vacaciones y me agradeció por todo lo que hago por ella.
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valentinamotto
09 ene 2023
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto Tuvimos el primer encuentro del año y me contó como lo empezó. Me detalló que comieron. Se expresaba con felicidad al respecto porque decía que había habido más comida que en Navidad. Aunque me contó que no llegó a las 12, sino que se fue a dormir antes porque estaba cansada. Me contó que habló con su hermana, y que ella la iba a pasar sola. Según dijo Graciela había sido un año difícil y seguro era por eso que la pasaba esta vez en su casa. Me contó también que quiere cambiar de psiquiatra. Le pregunté el motivo y me dijo que la consideraba muy superficial. Cuando le pregunté a qué se refería, me dijo que sentía que la psiquiatra no indagaba mucho cuando ella le hablaba y eso hace que no le guste. Se lo planteó a la profesional así que iban a buscarle una nueva. Le pregunté que me cuente más al respecto si quería, y me dijo que es la psiquiatra que siempre tuvo desde que entró a la clínica pero que la medicación que tomaba es la que siempre tomo, es decir que no le cambio ni le agregó nada. Me resultó llamativo el cambio porque también le sucedió lo mismo con la kinesióloga, la cual se iba a encargar su hermana de buscarle una nueva. Cabe destacar como importante el avance que tuvo Graciela respecto a su andar. En ambos encuentros logró llegar sin usar bastón, pese a los dolores me dijo que toma algún calmante cada tanto y se le pasa, pero estaba contenta de no usarlo más. También me dijo que le avisaron que iba a tomarme vacaciones. Le dije que si, que me había olvidado de decirle y le pregunté que le parecía la idea de cambiar un día para no perder el encuentro y me dijo que si, que le parecía muy bien. Me lo agradeció varias veces y me lo volvió a repetir antes de despedirnos hasta el próximo encuentro
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valentinamotto
02 ene 2023
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto La semana pasada en cuanto a su estado físico la encontré a Graciela mucho más estable que otros encuentros. Si bien está utilizando un bastón, pudo prescindir de este en algunas ocasiones (distancias cortas como para ir al baño dentro de la clínica) y caminar sola y en otras agarrada de mi brazo. Aprovechando sus ganas de caminar fuimos al café en ambos encuentros. Aunque el jueves al regresar la noté más agitada de lo normal y me pidió si podíamos frenar un toque. Estuvimos hablando acerca de cómo pasó las fiestas, que fue lo que comieron. Me contó que habló con su hermana y que su prima había ido a visitarla un rato. No deja de preguntarme por mi mamá en cada encuentro, cómo está y cómo se siente. Continuamos con la lectura del libro. Al terminar de leer le pregunto como viene, si le gusta. Siempre decía que sí pero la última vez me dijo que no sabía si le gustaba tanto pero que quería seguir leyéndolo y ver que le parecía. También le gusta reírse baste, dijo que como tenemos plata no nos vamos de vacaciones sino que nos quedamos tomando un café en Palermo Hollywood. Hablamos de que es lo que le gusta comer, a veces disertamos pero igualmente ella toma mi respuesta y comenta algo pero respetándome. Tiene registro por la diferencia. El último encuentro nos saludamos como siempre, pero como sabía que yo viajaba decidió despedirme en la vereda y entrar en compañía del enfermero para no demorarme; cuestión que en los demás encuentros la acompañaba hasta la puerta de la habitación.
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valentinamotto
26 dic 2022
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto El miércoles tuvimos acompañamiento con Graciela para recuperar el día anterior que era feriado. Cuando llego, ya estaba en la recepción esperándome pero me dijo al toque que hiciera tranquila, que estaba ahí porque recién volvía de salir con la amiga. Me conto que había ido al café de la esquina con ella. Igualmente quiso volver a ir conmigo. Nos sentamos en las sillas de la vereda, tomamos café y leímos un rato. Hasta que decidió volver a la clínica porque ya el sol le estaba pegando en el cuerpo y tenia calor. Cuando llegamos estuvimos hablando del mundial, como lo vivió ella, con quien lo vio. Hablamos de las fiestas. Y me preguntó por mi mamá. Volvimos a leer el libro e íbamos comentando al respecto. Después me dijo que fuera a su habitación y agarrara unos reglaos que le dejo su amiga de arriba de la mesa de luz. Los abrió y me mostro; era un perfume y una torta. Graciela estaba contenta. Cuando me despedí me agradeció haber ido a recuperar el día, ya que el anterior había sido feriado. Se sintió muy contenta por eso y así lo expresó. Le recordé que al día siguiente volvía y nos despedimos. El jueves cuando llego va a recepción pero ahí me dice que estaba con dolor de pierna de nuevo y que prefería quedarse en la clínica. Asique nos dispusimos a sentarnos en los sillones de ahí. Nuevamente estuvimos hablando. Me dijo que otra vez estaba con dolores, le pregunté si había conseguido su hermana kinesióloga nueva y me dijo que si no le avisó nada era porque no había conseguido aún- Según me dijo Graciela en un encuentro anterior, la hermana iba a buscar a una profesional más "específica" para tratar el dolor de su pierna. Nuevamente nos dispusimos a charlas y leer como habíamos hecho el día anterior. También le regalé una plantita por la ocasión de la Navidad, ya que habíamos estado hablando de que le encantaban. Y así fue, estaba muy agradecida y me indicó que la pusiera en su ventana. A la hora de la merienda, se fue pero previo a eso me ofreció si quería la torta que le había llevado su amiga ya que la iban a comer en ese momento. Al rato vuelve y me contó muy entusiasmada de que le había gustado a todos la torta y que le habían agradecido por compartirla. Se la veía contenta. Llegada la hora, nos despedimos y me volvió a agradecer por todo lo que hice por ella. Nos deseamos una feliz navidad y nos despedimos recordando el próximo encuentro.
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valentinamotto
20 dic 2022
In GRACIELA VIVIÉ
Paciente: Graciela AT: Valentina Motto El martes llegue a la clínica. Graciela hacía tiempo que no quería salir a la calle. Más precisamente antes de la internacional (ya un mes y algo). Pero ese día la encuentro lista para hacerlo. Llegamos al café pero estaba cerrado por el partido. Por lo que volvimos a la clínica. Nos sentamos en unos sillones frente a su habitación como es habitual. Estuvimos charlando hasta que escuchamos el primer gol. Después siguió contándome de cómo se sentía, que había tenido un cruce de palabras con su prima (ella le dijo de mala manera según Graciela que no la llame más, que era ella quien se iba a comunicar). Me pregunto cómo estaba yo, y mi mamá. Después de un rato me invito a mirar el partido en su habitación, ya que la compañera de cuarto no estaba. Estuvimos atentas mirando el partido juntas y comentando al respecto. También se sentía contenta por haber podido caminar 1 cuadra después de tanto. Ahora la hermana estaba en la búsqueda de una nueva Kinesiologa porque según Graciela, ella “quería a alguien más específico”, por el dolor de pierna que tiene. El jueves la voy a buscar nuevamente pero no quería salir. Me contó que estaba con problemas intestinales y prefería quedarse. Nos quedamos nuevamente en los sillones. Estuvimos charlando y comenzamos a leer un nuevo libro. Según ella el autor es muy bueno. Expresó que le gustaba la trama. Iba leyendo y comentando. A veces me decía que no había prestado atención, si podía volver a leer y así lo hacía. Finalizado el encuentro, nos despedimos con un beso hasta la próxima
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valentinamotto
02 dic 2022
In GRACIELA VIVIÉ
Cuando llegué a la clínica me avisaron que Graciela había pedido que pasara directamente (es decir, a un hall chiquito que hay frente a su habitación). Llego a la puerta del cuarto y estaba entreabierta, golpeo e inmediatamente Graciela se levanta. Me viene a saludar con una sonrisa enorme, y enseguida me preguntó como me sentía, debido a la ausencia del martes. Le conté qué me había pasado y que lamentaba no haber llegado a verla. Me dijo que no pasaba nada, que si faltaba sabía que estaba mal. "Te extrañé agregó" y me apretó la mano y así se quedo un rato. Con su mano agarrada a la mía. Le pregunté como estaba ella, ya que la veía caminando con bastón. El último encuentro estaba usando el andador de una compañera pero me dijo que como era alquilado consideraba que no daba y por eso se lo devolvió, que el bastón era suyo. La felicité porque era un avance cambiar al bastón y ella asiente, estaba contenta que de poco pudiera sentirse mejor. Le pregunté si quería ir a caminar pero prefirió quedarse sentada. Se levanta al baño y cuando vuelve, vuelve a preguntarme acerca de mi estado de salud, sacó nuevamente el tema. Así que estuvimos charlando más de eso. A las 17 le avisan para que vaya a tomar el té. Le dije que la esperaba sentada y me dijo que sí. Pero antes de irse me dijo que estaba muy triste, cosa que me sorprendió porque ella suele ser muy transparente a la hora de mostrarse cómo está y lo que había observado era su felicidad al verme. Pero luego de ello, dio lugar a su tristeza claramente. Me comentó que había hablado con su prima pero que esta se había enojado. Le pregunté por qué, que había pasado y me dijo que no sabia. Que la prima le grito que no la llamara más, que ella se iba a encargar de hacerlo. Amagó a levantarse así que la dejé ir sin hacer más preguntas. Cuando vuelve le dije que me había quedado pensando al respecto, si sabia que podría haberle pasado a la prima para que reaccione así y me dijo que esta próximo a operarse que quizás era eso. Entonces le dije que podría ser una posibilidad y que entonces no lo tome personal, si bien no justifica una respuesta así ya que se sintió triste pero que esperara que seguramente por lo que dijo volvería a llamarla. Pero su mirada seguía como perdida y triste. Cambio de tema, y le conté que había encontrado otro libro para leer; el autor era el que escribió la novela que luego hicieron la película "Diario de una pasión", me dijo que esa película le gustaba. Comencé a leer y en un momento me dijo que parara y expresó que no le gustaba mucho el libro. A lo que asentí diciéndole que a mi tampoco, sentía que era muy descriptivo y aburría. Ella dijo que si, y se rió. Quedamos en que iba a ver de conseguir otro libro que nos gustara a ambas. También durante el encuentro, me pidió si podía prestarle mi celular para hablar con su kinesióloga. Ya había divisado que tenia su libretita en el bolsillo pero no pregunte nada. Le dije que si, que qué había pasado y me cuenta que no había ido esta semana, y que no tenia noticias. Entonces le di el celular para que llame pero no atendió. Le dije que si quería podía grabarle un audio por wsp y que seguramente lo vería mas rápido que el mensaje de voz que le había dejado en el buzón. Entonces le manda un audio y su preocupación fue si realmente la kinesióloga quería seguir atendiéndola porque no sabia nada de ella. Durante el encuentro no hubo novedades hasta hoy, donde respondió el audio muy amablemente diciendo que si quería atenderla, pero justo que estaba con bronquitis. Audio que en el próximo encuentro le haré escuchar a Graciela. Nos despedimos con un beso hasta el próximo martes
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valentinamotto
28 nov 2022
In GRACIELA VIVIÉ
Pte: Graciela Vivie AT: Valentina Motto El día martes concurrí al acompañamiento; para mi sorpresa Graciela aún no había recibido el alta siendo que estaba pactada, según ella me dijo para el día jueves o viernes anterior. Espere a que llegara pero el tiempo pasó y me autorizaron a irme. El jueves si la encontré en la institución y lo primero que hablamos fue lo sucedido. Según ella tenía el alta pero hubo un problema de papeles, haciendo que la prima accionara logrando hablar con el médico. Según Graciela, su prima se peleó con el médico, “tiene carácter” me dijo. Seguimos charlando, todo esto en la clínica ya que ella después de tantos días sin caminar, no se sentía segura para estar parada y salir a la calle. Así que el encuentro transcurrió en dicho lugar. Me preguntó de mi fin de semana, y luego me pidió que leyéramos si es que yo tenía ganas de hacerlo. Comenzamos con la lectura y antes de terminar el capítulo me dijo que ya no quería leer más. Ante mi sorpresa, le pregunté (cómo siempre) si le gustaba el libro, como venía. Pero me dijo que no. Que quizás ella era de otra época pero no le gustaban las malas palabras (el capítulo leído contenía una). Me dijo que ya no tenía ganas de leerlo. Por lo cual le ofrecí a ver qué podía conseguir para el próximo encuentro. Le pregunté sus preferencias y cómo una vez lo hizo me dijo que le gustan las novelas románticas. Mientras estábamos sentadas, aparece Marta quien le surgiere que caminara un poco aprovechando que estaba yo, pero Graciela no accede. Le ofrecen conseguir un andador y dijo que si. Cuando lo traen, me hace llamar al enfermero para que la ayude. Comenzó a caminar con él por el patio, le dije si quería que la acompañara pero me dijo que no. Continué sentada a unos metros observándola. Luego de un ratito, camino en dirección a la habitación y se acostó. Espere a que dijera algo, como no fue así me acerqué a la puerta y le pregunté si quería seguir acostada o que quería hacer. Me dijo que se quedaba ahí un ratito y que yo la esperara. Me senté próxima a la habitación donde estábamos antes y me llama para que le alcance la agenda que había dejado al lado mío. Previamente la había utilizado para darle un número que Marta le solicitó. Me hace llevársela y me indica donde guardarla. Otra vez me siento en el sillón. Vuelve a llamarme ya que quería avisarle al enfermero que nuevamente iba a caminar. Así lo hace mientras yo la miro. Vuelve a la habitación y otra vez se acuesta. Me acerco nuevamente a la puerta y le pregunto si necesita algo y me dice que no. Ya a las 18 me acerco a despedirme ya que había finalizado el horario y ella se levanta y dice que quería caminar de nuevo. Le indico que ya era la hora de irme pero ella dice si la podía acompañar hasta el pasillo y volver. Le dije que si. Ella seguía con el andador, fuimos hasta el pasillo y la acompañe de regreso a la habitación. Al despedirnos me agradeció por todo lo que había hecho por ella, mismo en la clínica. Nos dimos un beso y nos despedimos hasta el próximo encuentro
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valentinamotto
22 nov 2022
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto El acompañamiento transcurrió durante la semana pasada en la clínica. La encontré mucho mejor a Graciela, con mayor ánimo. Me siguió contando de su estadía, de la atención, de lo que le daban de comer y demás. Aprovechamos como siempre a hablar de diferentes temas. Suele preguntarme siempre como estoy, como esta mi familia o cuales son mis planes para el fin de semana. Ya el jueves lo primero que me dijo Graciela era que ese día o el viernes le iban a dar el alta. Me hizo llevarle la ropa que había guardada en el placard, sacarla de la bolsa y ver que tenía. Luego me hizo guardarla, "tranquila que no hay apuro", me dijo cuando quería guardar todo junto en la bolsa y no entraba. Me expresó que ojalá estuviera yo cuando se la dieran así la acompañaba a la clínica. Sin embargo no fue así. Llegadas casi las 18 hs. le dije que quizás por el horario no iban a darle el alta pero que no se desanimara porque si no era ese día, sería el siguiente. Me dijo que tenía razón y la note relajarse más- Efectivamente, nuestro horario finalizó y aún no había novedades. Quedamos en que no se preocupe, que iba a averiguar donde estaba el próximo encuentro pero que me alegraba pensar que ya la vería en la clínica. Me agradeció enormemente el haberla acompañado en ese lugar, siendo que no había obligación según ella. Nos despedimos con un beso hasta el próximo encuentro
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valentinamotto
14 nov 2022
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto El martes fui a la clínica y para mi sorpresa, Graciela no estaba. La habían internado por un cuadro de neumonía. Así que el jueves el acompañamiento el jueves transcurrió en la clínica donde ella estaba. Toqué la puerta y dijo "pasen". Su cara reflejó una sonrisa enorme, no sabía que yo iba. Así fue que lo expresó, agregando que ya se estaba sintiendo muy sola. Lo repitió varias veces en el encuentro la alegría que sentía de que yo haya ido. Estaba preocupada por si me habían avisado o no. Me contó que fue a visitarla el sobrino/ahijado, la prima y que la hermana la llama todos los días. Hablamos de su estadía. Como se sentía, como la trataban. Me dijo que la comida no era rica, que las enfermeras eran amorosas pero que a veces tardaban mucho. Me contó la situación del sábado: la habían bañado y le habían dejado el pelo mojado por largo rato. Entonces cuando fue la enfermera le dijo que era una irresponsable. Piensa que se ofendió porque no apareció más pero le iba a pedir disculpas por haberla tratado mal. Bromeé al respecto diciéndole que tenia que llevarse bien porque eran las que la atendía y se río. En el tiempo que estaba, ingresó la kinesióloga. Le pregunté si quería que la esperara afuera pero dijo que no; mostraba sentirse cómoda ante mi presencia en ese contexto. Considerando que estaba en camisolín, con el respirador (bigotera), dijo que me quedara. La hizo sentarse para salir de la cama y mover las piernas. Se quedó un rato en la silla hasta que vino la enfermera y volvió a la cama. Estuvimos leyendo, comentando el libro y riéndonos. "No salís de Palermo, que nivel el tuyo" le dije. Siempre bromeamos del estilo de vida que tiene, en referencia a la ubicación geográfica. Y hace todos comentarios en alusión a eso. Nos reímos mucho. Cuando se acercó la hora de terminar, le dije que se quede tranquila que yo iba a volver a verla a la clínica si ella seguía ahí. No dejó de agradecer por la sorpresa de haber ido y haberla acompañado. Nos despedimos con una sonrisa y un beso hasta el próximo encuentro
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valentinamotto
04 nov 2022
In GRACIELA VIVIÉ
Esta semana fue una semana muy particular. El martes Graciela se demoró en ir a recepción por lo que sospeche que algo pasaba. Efectivamente, me vinieron a buscar de la guardia diciendo que Graciela estaba con mucho dolor de pierna. Por lo que me condujeron a un hall que está al lado de su cuarto. La encontré allí sentada. Me contó que estaba con mucho dolor en la pierna. Llamo al enfermero pero le dijo que ya le habían dado un calmante que debía esperar hasta las 10 pm para tomar otro más, y que esperara a que le hiciera efecto. Por tal motivo Graciela prefirió que nos quedemos ahí. Luego me hizo avisar a este mismo enfermero que ella iba a merendar ahí. La merienda era a las 17 hs. Cuando llego la hora me pregunto si la esperaba que merendaba y volvía. A los 15 minutos volvió. Decía sentirse mejor. Y continuamos con el encuentro charlando y leyendo. También llamo al médico y consiguió un turno para el 15/11. Con el médico que tanto había insistido y luego no terminó yendo por los mareos. Se la notaba igualmente resfriada y un poco decaída. El jueves paso algo similar. Eran 16.15 y no venía. Nuevamente vienen a avisarme que estaba hablando con el médico porque quería que la viera, básicamente a cualquier costo. Me dijeron que el turno era a las 17 pero que la acompañara si realmente podía. Accedí. Cuando viene Graciela me dice que el turno era a las 18 hs, horario que ya finaliza nuestro encuentro. Le dije que no podía, ya que viajaba. Le dije que ella debía avisarme con tiempo estas cosas para organizarme, para llegar más tarde al encuentro o más tarde, pero que sobre la hora no podía acceder a acompañarla. No lo tomo muy bien. Le dije que llamara nuevamente, que debíamos hacerlo con tiempo para mejor Organizacion. Solo contesto bueno. Nuevamente dijo que iba a avisar que merendaba en la clínica. Ofrecí a avisar yo ya que esta vez estábamos en recepción y la notaba más recaída que el otro día y muy congestionada. Pero se negó. Pasaron 15 minutos y no volvía. La chica de la recepción no la veía por la cámara, por lo que decidió llamar a la guardia a ver si estaba ahí. Dijeron que no. Al ratito llaman avisando que había ido al baño Graciela. Cuando vuelve me dice si la había hecho llamar. Le dije que la chica de recepción le pareció raro que no volvías entonces accedí a que llamaran; pensamos que había pasado algo. Decidió ir de nuevo al hall al lado de su habitación para continuar con el acompañamiento. Llamamos al médico y logro conseguir un turno para el próximo martes. Previamente pactado de que ella debía avisarme con tiempo, preferiblemente el lunes. Porque yo podía ir más temprano o más tarde y acompañarla pero necesitaba saberlo para organizarme en el trabajo. Cuando corto le pregunté si le dieron horario y dijo que no. Que le avisarían. Le recordé que también me avisará a mi. Me pregunto cómo. Y le dije que ella avisara en la clínica que a mi me iban a avisar y que yo la acompañaba pero siempre organizándonos, traté de recalcarle eso. Llego la hora de merendar y nuevamente se fue. Esta vez demoró media hora. Cuando volvió le ofrecí a leer pero quería charlar aunque estaba bastante decaída y retraída a la charla. Quedaban silencios lo cual respete dando espacio a ese malestar que era evidente. El encuentro terminó. Me agradeció. Nos despedimos hasta la próxima semana
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valentinamotto
31 oct 2022
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto El martes una de las primeras cosas que me dijo Graciela al sentarnos en el café fue que me pedía disculpas por haberme insistido en llevarme la Mamushpalta de regalo. Se dio cuenta que no había estado bien. Le dije que no había problema, que fue una situación incómoda para mí porque no me gustaba recibir regalos porque sí pero que después me había parecido gracioso por el hecho de que logró convencerme de que debía llevármela. Le dije que estaba buenísimo que pudiéramos hablar del tema y expresar que sentimos pero que no me sentía enojada o ofendida como pensó ella que podía estar yo. Hablamos de la situación del médico también. Según le dijo la hermana "se tenía que dejar guiar", y la psicóloga le recomendó que intentara en una semana volver a llamar al médico para pedir un nuevo turno y así lo haría en cuestión de lo que la hermana le había sugerido. El jueves cuando llegamos al café el lugar que siempre elegimos estaba ocupado. La noté desconcertada al principio pero le sugerí que podíamos encontrar otra mesa. Así fue, encontramos otra donde había mejor vista y se sintió a gusto. Charlamos mucho de su vida cuando era joven; me contó de todos los novios que había tenido y cómo rechazó casamiento a dos de ellos. Fue una conversación muy graciosa porque a medida que contaba se iba acordando de otros y hacíamos chiste al respecto. El tiempo pasó tan rápido que cuando quisimos acordar era la hora de volver y por lo tanto ese día no leímos como sí veníamos haciéndolo en los otros encuentros. Volvimos a la clínica, nos deseamos buen finde y nos despedimos hasta el próximo encuentro
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valentinamotto
25 oct 2022
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto El martes Graciela había sacado turno para ir a su médico de siempre, ya que venía con dolor de cintura, si bien era clínico ella quería ir por ese grado de confianza que sentía hacia él. Sin embargo, cuando llego a buscarla, se tambaleó. Nos sentamos y llamaron al enfermero para tomarle la presión. La tenía un poquito baja y me comentó que ya venía sintiéndose así. El enfermero le dijo que podría haber sido que se levantó muy rápido y por eso se mareó. Esperamos a que se le pasara y cuando dijo sentirse mejor arrancamos. Pero no quiso ir al médico por temor a que le pasara algo y estemos lejos de la clínica. Según dijo además si le pasaba algo no quería ponerme en un compromiso a mí. Por lo que decidimos ir al café de la esquina y quedarnos ahí. Cuando llegamos me dijo que seguramente se enteraron (no hizo referencia a quién), de que ella iba al médico y por eso la hicieron marear. A lo que le dije que no se preocupara, que nos quedábamos ahí y que podía volver a sacar otro turno y yo la acompañaba. El encuentro transcurrió luego con normalidad. Me dijo que ya se sentía mejor. Me comentó a su vez que se había peleado de nuevo con la hermana pero no se refirió por qué y decidió cambiar de tema. El día jueves la voy a buscar en el horario pactado de siempre. Para mi sorpresa estaba tardando más de lo normal (habían pasado 15 min.) y no venía. Hasta que se presenta alguien de guardia y me dice que Graciela no quería irse hasta no sacar turno con el médico (el cual no habíamos podido asistir). Me comentó que llamó a la secretaria y exigió un turno ese día, y que la secretaria quedó en confirmarle, es por ello que no venía a recepción todavía. Como ya estaba pasando el tiempo dudé que pudiéramos volver a las 18 a la clínica y yo debía irme a tiempo ese día, le comente al de guardia y me dijo que mejor lo acompañara y vaya con él. Ingreso a la guardia (pasando por el comedor) y la veo a Graciela. Ante mi saludo no se percató, estaba "muy en su mundo", pegada al teléfono. Interviene Marta y le dice que estaba. A lo que me saluda con una sonrisa. Me comenta la situación de que ella quería un turno "ya" y que estaba esperando a que la secretaria la llamara para confirmarle si podíamos ir. Le comentó que por ese día yo tenía que estar a las 18 en la clínica (a veces nos demoramos más pero no hay problema y se lo digo, pero esta vez no podía ser). Por lo tanto intervengo y le comento que podíamos tratar de conseguir otro turno y que si era necesario yo me quedaba un poquito más. Accedió. Pero quería esperar ahí el llamado de la secretaria. De guardia intervienen y le dicen que le iban a avisar que íbamos otro día. También le ofrecí a ir a tomar el café y llevar el numero del médico para llamarlo de mi celular y así no perder tanto tiempo. Logramos convencerla y nos fuimos. Al llegar al café me ofrezco a llamar. Ella me da todas las indicaciones. Tenía que decir que era su AT, que ella tenía turno el martes, que quiso avisar que no iba pero le dio la casilla llena además de que nunca la atendieron. Me dijo que aclare eso porque la secretaria cuando la atendió le dijo que si no iba, avisara, pero ella recalcaba ese hecho, que la casilla estaba llena y nadie la atendió. Intentamos llamar varias veces a dos números pero no hubo caso. Había un tercer número de celular, le pregunté a Graciela si quería que intentara con ese y me dijo que sí. Al llamar me atiende el médico, no muy amable, diciendo que ese era su número personal y que llamara más tarde a la secretaria. Al comentarle a Graciela debatimos el hecho de que sí figuraba ese número en la tarjeta suponíamos que podíamos llamar. "Bueno ahora espera" me dijo. Llamamos cada 15 minutos pero nunca atendió la secretaria. Así que Graciela decidió que iba a preguntarle a su hermana si conocía algún medico de confianza. En caso contrario, le preguntaría a su prima ya que su papa era medico y a alguien debía conocer. Esta decisión la tomó porque según ella sentía que no la querían atender y ella tampoco quería ir a un lugar donde no sentía que la trataron bien por teléfono. El encuentro transcurrió con normalidad. Vino el encargado del café a decirnos que iban a salir unas medialunas calentitas para que las degustáramos nosotras y le dijéramos que pensábamos, ya que esta semana se iban a incorporar a la carta. Graciela en tono agradecida y condescendiente aceptó. También le preguntaron si le había gustado la palta. En un encuentro anterior le regalaron una palta como mamushka tejida a crochet. Le dijo que sí, que la tenía en su mesa de luz. También aprovechó el momento y pidió que me regalaran una a mí. (También en un encuentro anterior hablamos de que iba a hacerlo y le dije que no, que no quería). El encargado accedió y enseguida vino la moza con mi regalo. No podía aceptarlo y antes de que venga la moza le dije a Graciela. Estuve diciéndole a la moza que no, que no. Hasta que me lo dejó en la mesa y se fue. Con Graciela se tensó el clima porque yo sentía que no podía aceptarlo, que no correspondía y ella sostenía que había sido un regalo y que no podía despreciarlo. Le dije que era un regalo porque ella pidió y que no correspondía pedirme uno porque el regalo fue para ella. Agregué además de que no me gustan los regalos cuando me los dan por que sí, sentía que no había motivo para pedirlo y me dice "esa es una inhibición tuya" (Me pareció una respuesta increíble porque en cierto modo tenía razón), me reí y le dije que estaba bien, que después iba a agradecerlo. Continuamos tomando el café, nos trajeron las medialunas de regalo. Como siempre me convida, a veces acepto y otras no pero esta vez media sí. Ella comió la otra pero quedó la mitad, entonces la envolvió en servilleta y la guardó para llevársela. Dijo que sino iban a pensar que no nos habían gustado. Luego retomó el tema del regalo y me pidió disculpas, que si de verdad yo sentía que no podía aceptar el regalo estaba bien, que ella no quería presionarme pero que si yo no la quería al menos se la llevara a mi abuela. Le hice caso. Volvimos a la clínica, y en el camino habló de la situación del médico comparándola con el encargado del café. Hizo alusión a que lindo es ir a un lugar donde te esperan y te tratan bien y no ir a un lugar donde no lo hacen como en el caso del médico. Le dije 1x1, que es la vida y que debíamos valorar donde si se sentía bien ella. Cuando nos despedimos me agradeció, dijo que se sentía bien y que iba a tratar de conseguir otro médico. Mandó besos a mi mamá y a mi abuela. Y nos recordamos el próximo encuentro.
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valentinamotto
17 oct 2022
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto El jueves fue un día particular del cual me voy a expresar. La encontré a Graciela pero "rara"; cuando ella esta callada, no contesta demasiado o no saca charla, es un indicio de que algo le sucede. Pero como siempre, mi pregunta solo respecta a cómo se encuentra, dándole lugar a que se exprese en los tiempos que quiera y si es que quiere. Al comienzo ella contesta que está bien, por lo cual no sigo insistiendo. Ese día me dice además que tenía ganas de caminar. Caminamos una cuadra como solemos hacer siempre y al llegar me sorprende al decirme que quería caminar un poco más, hecho que es la primera vez que me dice. Así lo hicimos. Ya retornando para ir al café me dice que estaba triste. Le pregunté por qué pero me dijo que no sabía. Y le dije si en estos días le había pasado algo, si estuvo pensando en algo. A lo que niega. Para no insistir le dije que estaba bien si a veces nos sentimos tristes, que hay que expresarlo y no guardárselo. Queda un silencio y luego me cuenta que esta triste porque lo extraña al padre. Y me pregunta si ella me había contado cómo murió. Mi respuesta fue la que me dijo una vez "tenía una enfermedad". Pero ella dice que no. Que su padre se había suicidado. Ante mi sorpresa le dije que eso no lo sabía, si quería contarme por qué, qué había pasado, pero solo si ella quería. Me dice que sí, que se puso una pistola en la boca y se disparó. El motivo que me cuenta es que cuando vendieron el campo, del cual ella habla y recuerda con tanto cariño, dice que su padre se deprimió muchísimo. Que decía que se iban a quedar sin plata. También me contó que él había amenazado varias veces con hacerlo pero no pensó que así sería. Ante ello le dije si ella sintió que hizo todo lo que pudo para que su padre no tomara esa decisión, y ella dijo que si. Tratamos de pensar en eso, que ella estuvo ahí para su padre que no tenía que sentir tristeza ni culpa al respecto, ya que tenía esa sensación cuando hablaba. Eso pareció aliviarla. Le pregunté si le rezaba y dijo que no, pero que iba a hacerlo. A todo esto ya estábamos en el café y ante estas circunstancias, donde ciertos temas le afectan decide dejar de hablar y cambiar de tema. Así fue, transcurrió el encuentro con normalidad, tomamos el café, leímos, nos reímos. Graciela es una persona que tiene registro de un otro. Pregunta que quiero tomar, si quiero leer. En un momento el café estaba tardando así que me mando a preguntar que pasaba. Transcurrido un tiempo, charlando de otras cosas me interrumpe y me pregunta si me había molestado el hecho de mandarme a preguntar porque simplemente me mandó y no preguntó si quería hacerlo. Llega la hora y nos volvemos a la clínica. Me agradece por el encuentro y porque le había hecho bien hablar conmigo. Nos despedimos con un beso
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valentinamotto
11 oct 2022
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto Estuvimos hablando bastante acerca del cambio de su compañera de cuarto. Oficialmente con la que compartió tantos años, se había ido. Eso produjo una gran tristeza según lo que expresó Graciela. Dice que lloró cuando la despidió porque fueron muchos años. Me contó que igualmente ya tenía una compañera nuevo, la que me había contado que quizás iba, se hizo efectivo. Me dijo que es una señora más joven que ella pero que no está muy bien porque tiene cáncer. Cuando le pregunté acerca de la convivencia en sí me dijo que estaba un poco molesta porque su compañera se la pasa durmiendo y que ella quiere prender la luz. Pero que la prende igual. Seguimos charlando y me cuenta que la luz la tiene prendida hasta para mirar la tele, y que su compañera le pidió si podía apagarla pero Graciela se negó. Al consultarle por qué y sugiriéndole que si iba a mirar tele quizás podía conseguirse un velador para no molestarla, se mostró un poco irritable y dijo que no; que su compañera recién llegaba y que no iba a "tranzar con ella". Le pregunté nuevamente a qué se refería con tranzar y dice que "no iba a ceder nada", como que de alguna manera es Graciela la que siempre estuvo ahí, por qué iba a ceder a alguien nuevo? Eso es lo que tuve la sensación al escucharla, pero como se pone un poco a la defensiva decidí decirle que bueno, que con el tiempo se iban a ir conociendo y ver que le gusta/molesta a cada una. Que es un proceso. Continuamos con la lectura del libro. Y me mencionó que había logrado conseguir turno con su médico de confianza para el martes 18/10 a las 17 hs. Por lo tanto vamos a aprovechar nuestro horario para concurrir. Finalizado el encuentro de la semana, nos despedimos con un beso hasta el próximo encuentro
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valentinamotto
03 oct 2022
In GRACIELA VIVIÉ
· Paciente: Graciela Vivié · Acompañante terapéutica: Valentina Motto Después de haber cancelado el encuentro del viernes, Graciela lo primero que hizo fue preguntarme cómo estaba, cómo me sentía. A lo que le conté y le pedí disculpas por no haberla podido acompañar al medico como habíamos quedado. Sin embargo, para mi sorpresa me agradeció. Dijo que "la salvé" de ir a un medico que en realidad no conocía y no sabia que podía pasar. Que había tomado la decisión de esperar a su medico de cabecera que esta próximo a volver de vacaciones. En ambos encuentros estuvimos charlando también acerca de su compañera de cuarto. Ella ya venia contándome que se iba a ir porque la obra social de ella no podía pagar mas la institución. Le pregunte como se sentía la respecto, si bien ya lo habíamos hablado, esta vez era un hecho de que se iba a ir. Entonces me dijo que se sentía afligida, un poco triste. Si bien es una persona muy cerrada su compañera, no dejaba de ser una compañía desde hacia muchos años expresaba Graciela. Le pregunte si sabia si iban a asignarle a una nueva compañera y me dijo que si. Que iban a ofrecerle a una mujer, de unos 50 años aprox, que conocía de vista de un taller. Si es que la mujer aceptaba. Esto le generaba una situación de alivio, siempre y cuando decía ella fuera una buena persona. También le dedicamos bastante tiempo a la lectura del libro. Ella lista con sus anteojos porque sabía que yo todavía no recuperaba la voz del todo, entonces me planteó comenzar a leer y después iba a seguir ella. Y así fue, nos fuimos turnando. A medida que leemos ("La mujer de mi vida") vamos comentando el libro y recordando juntas quién es cada personaje. Tampoco faltan las risas de por medio y las felicitaciones de ella cuando me toca mencionar alguna palabra en inglés. Finalizado el encuentro de la semana, nos despedimos con un beso y me envía saludos para mi abuela y mi mamá.
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